Carta abierta a D. Felipe del Baño.

Sr. del Baño:
Pocas veces en mi vida política, y mire que llevo años en esto, me he tropezado en el Partido Popular con un individuo como usted. No alcanzo a comprender las razones ni las cualidades o méritos que deben adornarle para que alguien así haya podido llegar a ser Diputado en las Cortes Valencianas o a Presidente Local del Partido Popular. Ha actuado usted como instructor (acusador) en el expediente disciplinario que se me ha incoado por presuntas infracciones de los Estatutos del Partido Popular y que ha desembocado con su propuesta para expulsarme, ratificada por el Comité Regional de Derechos y Garantías del PPCV.
Como tantos otros militantes he trabajado durante muchos años para contribuir al crecimiento de este Partido y para hacer de él una gran organización al servicio de la sociedad española. Y lo he hecho por un compromiso personal con unos principios y unos ideales que lamentablemente gente como usted ensucian con su proceder. Tras 32 años de militancia en el Partido Popular con lealtad absoluta y un enorme sacrificio personal y familiar, resulta que aparece un tipo con su catadura moral a enjuiciarme y a pedir mi expulsión. ¿El motivo? Pedir más democracia interna y más participación de los militantes en el Partido, pedir más honradez y ejemplaridad entre los cargos públicos, reivindicar la necesidad de impulsar la regeneración democrática, tal y como lo hacen muchos de nuestros líderes. Y se lo voy a decir claramente: usted no tiene ni vergüenza ni el más mínimo atisbo de decencia política. Bueno, ni usted ni el resto de los miembros del citado Comité. Hay que tener unas tragaderas muy, pero que muy grandes, y usted ha dado buenas muestras de ello, para actuar como la ha hecho usted, como un vulgar sicario presto a ejecutar cualquier orden por inmoral que sea con tal de complacer a sus superiores a los que, al parecer, tanto debe. Eso sí, debo reconocer que sintoniza usted perfectamente con algunos de los dirigentes provinciales de Alicante, los que le han utilizado para tan repugnante encargo.
A pesar de que para actuar como instructor en un procedimiento disciplinario es preciso ser licenciado o graduado en derecho, de la tosquedad jurídica de sus escritos, Sr. del Baño, es imposible deducir que reúna usted tal condición. El escrito de acusación por usted perpetrado constituye un fantástico relato de hechos inconexos construido con la única finalidad, no de averiguar la verdad que a usted le resbala, sino de justificar y dar cumplimiento de una sentencia ya anunciada en los periódicos antes, incluso, de iniciar el procedimiento: la expulsión. Fíjese, Sr. del Baño, que hasta para cuidar las formas en la Cuba de Castro son más diligentes que usted y sus conmilitones. Podría desgranar durante páginas cada una de las falsedades, de las incoherencias o de las burdas manipulaciones de su escrito de acusación, tal y como hice en mi escrito de alegaciones que, al parecer, usted no ha leído o bien no ha entendido, pero no voy a perder el tiempo con ello. Tiene usted la sensibilidad jurídica de un mejillón. Y que me perdonen los mejillones.
Sr. del Baño, no sólo es usted un indigno sicario político y el prototipo de los fiscales de la antigua Unión Soviética, es, además, un gran hipócrita. Usted, que se permite el lujo de atribuirme nada menos que el deseo de dañar intencionadamente a mi partido, carece de la más mínima legitimidad moral y política para acusar a nadie de incumplir los Estatutos del Partido Popular. Según una certificación expedida por el Ayuntamiento de San Antonio de Benageber, usted el pasado 26 de septiembre vulneró esos mismos Estatutos, cometiendo una infracción muy grave de los mismos, al votar en su Ayuntamiento en contra de una Moción del Grupo Popular, grupo al que se supone que usted pertenece, y lo hizo porque esa Moción dejaba en evidencia que usted, a pesar de que se supone que posee conocimientos jurídicos, realizó, a sabiendas, contrataciones innecesarias, según el propio Ayuntamiento, por un importe cercano a los 50.000 euros y lo hizo usando su sucio dedo y prescindiendo absolutamente del procedimiento legalmente establecido, vulnerando de paso el Código Ético del Partido Popular. ¿Cómo puede alguien que actúa así tener la poca vergüenza y la mucha cara dura de acusar a nadie de nada? Ahora se puede comprender su aversión e inquina hacia quienes propugnamos la regeneración democrática y la honradez en el Partido Popular.
Si tuviese la más mínima vergüenza política usted habría dimitido ya. Y si los que han respaldado su repugnante propuesta de expulsión en ese Comité, en el que no existen garantías jurídicas para los derechos de los afiliados, la tuvieran ya le habrían expedientado. Me alegro sinceramente de que ya le hayan denunciado ante la fiscalía anticorrupción. Yo voy a hacerlo también.
Como ciudadano siento vergüenza de que alguien como usted pueda ser el prototipo del político del PPCV, vista su forma de proceder y del respaldo superior que la misma parece tener. Como ciudadano de esta Comunidad siento vergüenza de que los dirigentes del PPCV respalden actuaciones como la suya y simultáneamente persigan a quienes reclamamos más honradez, más democracia interna y más ejemplaridad. Confío en que al menos la Justiciahaga realidad el dicho popular sobre la festividad de San Martín.
Con mi más absoluto desprecio.
Santiago de Munck Loyola

D. Felipe del Baño, de cazador a cazado.

¡Vaya, vaya, vaya! Parece que empiezan a encajar las piezas. Parece que se empiezan a comprender las razones que se escondían tras el furibundo alegato del Diputado Felipe del Baño, instructor del expediente de expulsión del PP de un servidor y de Antonio Sobrino, en su inefable escrito contra los que pedíamos regeneración democrática, democracia interna y más honradez en el Partido Popular de la ciudad de Alicante. El inquisidor – instructor, se puso manos a la obra presto a ejecutar las instrucciones del Secretario Provincial de Alicante, José Juan Zaplana, para echar del partido a los defensores de la regeneración democrática y lo hizo con un escrito plagado de perlas. En él, D. Felipe del Baño, llegaba a decir que resultaba inadmisible reivindicar la regeneración dentro del partido porque eso era dar a entender que todo el partido era corrupto. Pocas semanas después, D. Felipe, se despellejaba las manos aplaudiendo a la Vicepresidenta del Gobierno que acababa de insistir en la necesidad de promover la regeneración democrática en los partidos políticos, incluido el Partido Popular. En dicho escrito, D. Felipe llegaba incluso a afirmar, en el colmo del cinismo o de la ignorancia, que las críticas que realizábamos serían admisibles si las hiciésemos en los cauces internos de participación del partido, obviando un dato importante en su poder: que hace más de diez años que los afiliados de la ciudad de Alicante no han sido convocado a ninguna reunión, ni a ningún acto de participación y debate en el partido por la sencilla razón de que no existen dichos cauces. Y otra perla interpretativa de D. Felipe era que es intolerable y motivo de expulsión afirmar que en el PP de la ciudad de Alicante no hay democracia interna. Para él y para los demás miembros del Comité de Derechos y Garantías del PPCV ocho años sin elecciones internas en la ciudad de Alicante vulnerando los Estatutos del PP que las establecen cada tres años es un ejemplo de democracia interna y el que diga lo contrario a la calle.
Pues bien, ahora resulta que el brazo ejecutor de D. J.J. Zaplana, D. Felipe del Baño, ha sido pillado con las manos en la masa. Según publica el 28 de septiembre de 2013 el Diario Levante (http://www.levante-emv.com/comarcas/2013/09/28/edil-pp-san-antonio-dice/1036666.html), D. Felipe del Baño, tras la denuncia de una Asociación, ha reconocido en el Pleno del Ayuntamiento de San Antonio de Benagéber, Valencia, donde el Diputado popular simultanéa un puesto de concejal con su escaño en las Cortes Valencianas, que en 2010 realizó una contratación a una empresa, Vivers Centre Verd SAU, por importe de 52.000.- € a dedo y sin expediente de contratación alguno. Y, a continuación, el Sr. Del Baño, vulnerando los Estatutos del Partido Popular, votó en contra de la moción del Grupo Popular que proponía la creación de una Comisión de Investigación para aclarar este sucio asunto. Es posible que D. Felipe del Baño, pese a que al parecer es abogado, ignorase la existencia de procedimientos legales para realizar las contrataciones en las administraciones públicas o que conociendo dichos procedimientos decidiese pasárselos por el arco del triunfo, pero todo el mundo sabe que eso está muy feo, que lo del “dedito” es una práctica sospechosa y muy censurable y que, aún habiéndolo hecho, no se pueden dejar pasar tres años sin regularizar la situación formalizando el correspondiente expediente para que la empresa contratada pudiese cobrar el trabajo digitalmente encargado. Y lo de votar contra la moción del Grupo Popular no sólo está feo, sino que además constituye un mal ejemplo cuando quien lo hace es miembro del Comité de Derechos y Garantías del PPCV y, por tanto, ostenta la responsabilidad de hacer cumplir los Estatutos del Partido. Es de suponer que alguien que forma parte de ese Comité conoce especialmente los Estatutos y que recordará el Artículo 13 que dice: Infracciones muy graves.
1.- Cometen infracción muy grave quienes incurran en alguno de los siguientes supuestos:
e) La desobediencia a las instrucciones o directrices que emanen de los órganos de gobierno y representación del Partido, así como de los Grupos Institucionales del mismo.
No hace falta ser un lince para saber que el Grupo Popular del Ayuntamiento de San Antonio de Benagéber es un Grupo Institucional y que votar en contra de una moción de este Grupo, siendo miembro del mismo, es incurrir en infracción muy grave.
¿Qué ocurrirá ahora? ¿Dimitirá D. Felipe como miembro del Comité de Derechos y Garantías del PPCV por haber vulnerado los Estatutos del PP? ¿Le instruirán el pertinente expediente disciplinario por la misma razón? ¿Dimitirá como concejal y diputado tras reconocer públicamente que ha vulnerado la Ley sobre contrataciones de las administraciones públicas? Después de leer lo que escribió sobre la regeneración democrática y verle después aplaudir a la Vicepresidente del Gobierno, es casi seguro que no. Sería como pedir peras al olmo. Como puede observarse una cosa es predicar y otra muy distinta dar trigo. ¿Y todavía hay alguien que dude de la necesidad de impulsar medidas regeneradoras en los partidos políticos?
Santiago de Munck Loyola

El Sr. Luna y la Ley del Embudo.

La semana pasada, en las diligencias previas que instruye el Tribunal Superior de Justicia de Murcia por los presuntos delitos de prevaricación, ordenación del territorio y tráfico de influencias, el diputado socialista y vicepresidente segundo de las Cortes Valencianas, Ángel Luna, fue imputado en el caso Novo Cartago. En este caso, se está investigando la posible existencia de determinadas conductas irregulares en el proceso de construcción de 3.000 viviendas en una zona protegida del litoral de la región de Murcia. El Diputado autonómico socialista fue citado a declarar el próximo 3 de octubre, pero al tener conocimiento de su condición de diputado, el juez que instructor dictó providencia para requerir al secretario de las Cortes Valencianas para que confirme la condición de aforado de Ángel Luna.
La imputación de Ángel Luna tiene que ver con su trabajo como asesor urbanista para Hansa Urbana, la empresa que desarrolló el proyecto de Novo Cartago en donde se proyectaron más de 3.000 viviendas en una zona del litoral cartagenero catalogada como espacio protegido. Tal y como ocurre en éstos casos, el diputado socialista se mostró absolutamente perplejo y manifestó que «todas las imputaciones no son iguales». ¡Acabáramos! Después de escuchar hasta el aburrimiento al Sr. Luna, con lanzamiento de piedras incluido, y a sus conmilitones uno había llegado al convencimiento de que todas las imputaciones eran iguales, al menos a efectos de dimisiones. Pero no, el Sr. Luna, tratándose de si mismo, ha descubierto que no y dice ahora exactamente lo mismo que dicen muchos de sus adversarios políticos cargados también con el estigma de la imputación. Notable contribución la del Sr. Luna y los suyos al restablecimiento del diálogo y consenso con el Partido Popular. Ni todos los imputados son iguales, ni tampoco todas las imputaciones. Y no, no se trata de que el Sr. Luna practique la Leydel Embudo, tan frecuentemente usada por su partido. Tan sólo se trata de una pequeña aportación más al discutido y discutible concepto, como diría aquél, de la regeneración democrática. ¡Uff… perdón! se me ha escapado la palabrita maldita. Ya se sabe, según el diputado popular Felipe del Baño, propugnar la regeneración democrática en el Partido Popular es motivo de expulsión del partido. Sobre todo, si quien la esgrime es un afiliado de base, no un alto cargo del partido en cuyo caso el “líder” contará con el entusiasta aplauso del Sr. del Baño. Como decía Groucho Marx “éstos son mis principios pero si no le gustan tengo otros”.
Buena la van a tener mañana en las Cortes Valencianas en las que se desarrollará el debate sobre el estado de la región. Porque, aunque le pese al Sr. Puig y sus compañeros tan favorables al “derecho a decidir” de los independentistas y anexionistas de Cataluña, seguimos siendo una Comunidad Autónoma diferenciada. Según los analistas uno de los tres temas importantes del debate será la “regeneración democrática” (con permiso del Sr. del Baño y demás miembros del Comité de Derechos y Garantías del PPCV). Y vamos a asistir, casi con absoluta seguridad, al habitual “y tú más” o al “pío, pío que yo no he sido”. Unos se encaminan hacia el desastre electoral y otros también. No estaría de más que entre ambas fuerzas políticas mayoritarias hicieran un ejercicio mínimo de responsabilidad y honestidad intelectual y política para dejar de usar la corrupción como arma arrojadiza y estableciesen unas bases mínimas, en sintonía con las reformas anunciadas el viernes en el Consejo de Ministros, para combatirla con eficacia. Y en este campo deberían empezar por definir de una vez y de forma clara el momento en el que un acusado debería dejar sus responsabilidades políticas sea la imputación, la apertura de juicio, etc. Una regla clara e igual para todos, sea del partido que sea. Pero lo que no vale, lo que resulta un insulto a la inteligencia ciudadana es seguir exigiendo a los demás lo que uno no está dispuesto a aplicarse a si mismo. Y, sobre todo, deberían recordar que no hay regeneración democrática sin regeneración previa de quienes deben llevarla a cabo, es decir, de los partidos políticos y eso sólo pasa por más democracia interna y más participación. Sin eso, lo demás son zarandajas.
Santiago de Munck Loyola

El PP por la regeneración democrática ¿y el PPCV?.

Si hace tan solo tres meses era el propio Presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, el que animaba a Fabra a seguir trabajando para regenerar el PPCV, ahora el mismo mensaje ha sido enviado por todos los líderes nacionales populares desde la Escuela de Verano del PP, celebrada en Gandía. Esta reunión de dirigentes populares se abrió con la intervención de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y en la misma se han escuchado las opiniones de la ministra de Empleo, Fátima Báñez, de Agricultura, Miguel Arias Cañete y de Hacienda, Cristóbal Montoro. Así como la de cargos orgánicos como Carlos Floriano, Esteban González Pons o Javier Arenas. Incluso entre los diferentes temas tratados durante estas jornadas figuró la “regeneración política”.
Nada menos que en su discurso inaugural, Soraya Sáez de Santamaría señaló la importancia de «poner en marcha un programa de regeneración democrática en actualización constante para que sepamos que los que nos dedicamos a la política tenemos derechos y obligaciones. Este es un compromiso colectivo pero también una responsabilidad individual ya que gestionamos un capital valioso: la confianza». Y como ella, prácticamente todos los oradores han insistido en la necesidad de un proceso de regeneración democrática tanto a nivel general como en el seno del Partido Popular como camino esencial para recuperar la confianza ciudadana. No podían haber elegido mejor momento y lugar para reivindicar la regeneración democrática.
Prácticamente todos los medios de comunicación han interpretado esas intervenciones como un intento del Partido Popular de abanderamiento de la regeneración democrática. Para los que llevamos tiempo reivindicando la necesidad de un amplio proceso de regeneración democrática suena muy bien el contenido de estas intervenciones. Significa, como mínimo, que una buena parte de la cúpula popular empieza a tomar nota de esa necesidad. Otra cosa será ver en qué medidas y propuestas se va concretando esa llamada a la regeneración democrática, pero ya es de por si muy positivo y esperanzador su simple enunciado en un foro tan importante.
No puede haber regeneración democrática del sistema si no se empieza por los propios partidos políticos. Y pieza esencial para ello es más democracia interna y más participación en los mismos. Sin más democracia interna ocurre lo que vemos a diario. Dirigentes y representantes en las instituciones que han llegado arriba merced al dedazo y no a la voluntad de los militantes. Una prueba más de la necesidad de la regeneración democrática y, con ella, de la clase política la ofreció uno de los privilegiados asistentes al cónclave popular, el Diputado autonómico popular D. Felipe del Baño. D. Felipe del Baño hace tan sólo mes y medio solicitó la expulsión de los afiliados que propugnamos la regeneración democrática. Como puede observarse en la foto, D. Felipe del Baño, se sentó en un lugar muy “discreto”, como para pasar inadvertido, justo detrás del atril de los oradores. Desde tan modesto lugar tuvo la oportunidad de escuchar a Soraya Sáez de Santamaría lo de la importancia de «poner en marcha un programa de regeneración democrática en actualización constante para que sepamos que los que nos dedicamos a la política tenemos derechos y obligaciones”. Pues bien, D. Felipe del Baño que 45 días escribió que “el mero hecho de impulsar una campaña bajo la regeneración, y apoyar el lema, en comentarios que inducen a pensar que la corrupción campa a sus anchas en la organización del Partido, lejos de ser una opinión admisible en el debate democrático, es una falsedad inadmisible en cualquier foro”, no se indigestó con las palabras de la Vicepresidenta. Me cuentan que ni se inmutó, que no pestañeó y que aplaudió de forma entusiasta como un auténtico convencido. Bueno ni él ni ninguno de los miembros del Comité de Derechos y Garantías del PPCV que suscribieron semejante ataque al concepto de regeneración democrática. Puede que el Sr. Del Baño, mientras posaba junto al atril, estuviera pensando en otras cosas y no se enterara del mensaje de la Vicepresidenta o puede que pensase que eso de la regeneración va para otros, porque de lo contrario si fuese coherente se habría marchado indignado.  O puede que, simplemente, haga lo que le mandan, sin consideración ética alguna. Que hay que “cepillarse” a los que hablan de regeneración, pues manos a la obra. Que hoy toca ser “regenerador” para conservar la poltrona, pues a aplaudir. ¡Vete a saber!
Dejarse las manos en carne viva al aplaudir cuando quien habla de regeneración es la Vicepresidenta del Gobierno y despotricar contra la regeneración hace mes y medio, denota, cuando menos, incoherencia política. Ello conduce inevitablemente a preguntar ¿quiénes nos representan y por qué? Si se apostase por la regeneración en los partidos se estaría apostando también por una mayor participación de las bases en la designación de los candidatos de los mismos en las instituciones. Los militantes propondrían seguramente a personas coherentes, capacitadas y con una sólida trayectoria para representarles y para representar al conjunto de la sociedad. O al menos propondrían a candidatos coherentes, con principios políticos claros y no serviles hacia instancias superiores.
También cabe preguntarse, después de analizar las palabras de los intervinientes en estas jornadas, si el PPCV está en la ola de la regeneración o no. Todo parece indicar que el PP de la Provincia de Alicante no, ni está, ni se le espera. Es evidente que en la medida en que se acentúen las llamadas a la regeneración desde la dirección nacional, muchos intentarán reivindicarla como propia. Pero los hechos pueden más que las palabras y suelen ser tozudos. Es difícil y poco creíble que quien impulsa desde Alicante la expulsión de los afiliados que pedimos más honradez y más democracia interna pueda ahora postularse como regenerador. Es poco creíble que quienes han presumido de haber impedido la pluralidad de candidaturas en las elecciones a juntas locales puedan ahora aparecer como regeneradores o quienes se niegan a informar de la contabilidad del PP alicantino o quienes presiden homenajes a imputados o quienes impiden a los afiliados de la ciudad de Alicante puedan decidir si quieren distritos o no o si quieren mantener la Junta Local de la ciudad suprimida “manu militari”. Difícil es que quieran aparecer como defensores de las llamadas a la regeneración democrática hechas de la dirección nacional del PP. Pero no le quepa duda al lector de que lo intentarán, que se presentarán como los adalides de la regeneración democrática, como los campeones de la democracia interna, la transparencia y la regeneración. Y si no, al tiempo.
Santiago de Munck Loyola

¿Expedientará el PPCV a Mariano Rajoy?

El pasado mes de julio nos fue notificada a Antonio Sobrino Ribes y a mi la decisión del Comité de Derechos y Garantías del PPCV por la que, tras analizar el supuesto expediente “informativo” que se nos había incoado meses antes, se acordaba suspendernos cautelarmente de militancia en el PP, abrirnos un nuevo expediente disciplinario por presuntas infracciones de varios Artículos de los Estatutos del PP sancionables con la expulsión del mismo y concedernos 15 días para presentar alegaciones. Esta decisión, no por esperada, deja de causar asombro por muchos motivos. En primer lugar, porque la suspensión cautelar de militancia tiene su miga. Es una decisión estatutariamente prevista para los casos en los que están implicados cargos públicos o cargos orgánicos que mientras se sustancia un expediente disciplinario podrían usar sus cargos para obstaculizarlo, pero no para simples militantes. Es llamativo que ni siquiera Bárcenas fuera suspendido de militancia en su día, pero los miembros del comité han debido entender que somos sumamente peligrosos y que si conservamos nuestros derechos de afiliados mientras nos “empapelan” podríamos, quizás, cometer algún estropicio irreparable.
En segundo lugar, sorprende por el desparpajo y por la presunta incapacidad de intentar cubrir las apariencias, es decir, de intentar que parezca que se guardan y respetan las garantías jurídicas procesales propias de una organización democrática en un país democrático. No creo incurrir en una descalificación o en una falsedad si afirmo que todo es una farsa. A nadie se le escapa que a los miembros del ilustre comité les importa muchísimo lo que hayamos o dejado de hacer los acusados y lo que podamos o no alegar en nuestra defensa. Les importa tanto que antes de iniciarse el procedimiento ya anunciaron el veredicto: la expulsión. Así, el 22 de enero el Diario ABC, en su edición de la Comunidad Valenciana, el corresponsal David Martínez publicó bajo el titular El PP expulsará a dos afiliados críticos con Castedo y Císcar lo siguiente “El comité de derechos y garantías del PPCV, que preside el alcalde de Sagunto, Alfredo Castelló, ha iniciado el procedimiento para expulsar del partido a dos militantes de la agrupación alicantina: Santiago de Munck y Antonio Sobrino”. Es decir, antes de abrir el supuesto expediente informativo los responsables del Comité de Derechos y Garantías del PPCV filtraron a la prensa que ya habían dictado sentencia, que nos iban a expulsar del PP por ser críticos. Que nadie piense que se trata del más puro estilo bananero, no. Un fallo lo tiene cualquiera y el hecho de que se filtrara a la prensa la circunstancia de que sin haber empezado juicio alguno ya hubiera sentencia, no quiere decir nada. Aquí se guardan las formas y aunque ya haya sentencia sin conocer ni los hechos ni las acusaciones, se tramita ahora un segundo expediente y hasta se nos ha concedido un período de alegaciones y de prueba. ¿Es todo esto una farsa? ¿Alguien duda de la ética o moral que anima a los miembros de tan selecto Comité?
En tercer lugar, sorprende aún más el contenido del pliego de cargos redactado por el Diputado autonómico Felipe del Baño. ¡Vaya papelón el suyo! Pero, en fin, cuando alguien se presta a ello sus buenas razones tendrá. No se trata sólo de que en el pliego de cargos se haya omitido cualquier referencia a las reiteradas infracciones de los Estatutos Nacionales cometidas por dirigentes alicantinos y que en su día y en el propio expediente informativo han vuelto a ser denunciadas por los acusados, sino que se construye una fabulosa teoría para intentar justificar el prejuicio establecido con unas frases y unos razonamientos que van a dar para toda una serie de artículos. Parece que en el Partido Popular todos somos iguales, pero unos más que otros y, por ello, algunos pueden infringir continuamente los Estatutos del Partido con total impunidad ya que en el ilustre Comité nunca se dan por enterados. Es más, parece que el Comité no tiene tiempo para resolver los recursos o las denuncias de los afiliados pero sí tiene tiempo para expulsarlos sin haber resuelto las anteriores. Que denuncias una infracción de los Estatutos cometida por los dirigentes alicantinos, pues a la calle. ¡Faltaría más! Eso sí, a la calle el denunciante no el denunciado. Entre todas las perlas del pliego de cargos hoy sólo voy a mencionar una. Señala D. Felipe del Baño y suscribe todo el Comité la siguiente frase: “el mero hecho de impulsar una campaña bajo la regeneración, y apoyar el lema, en comentarios que inducen a pensar que la corrupción campa a sus anchas en la organización del Partido, lejos de ser una opinión admisible en el debate democrático, es una falsedad inadmisible en cualquier foro. Está tachándose de forma injustificable y generalizada, de comportamientos antidemocráticos y corruptos a la totalidad de la organización del Partido”. Y se quedan tan anchos. Al parecer promover la regeneración es tachar de forma injustificable y generalizada a la totalidad del Partido de comportamientos antidemocráticos y corruptos. 

Sinceramente, un servidor lo ignoraba pero creo que hay más gente que lo ignora y no se imaginan la que les puede caer encima. Según el ilustre Comité, poner el acento en determinados valores es “dar a entender que no es esta la forma de actuar del Partido Popular”. Esperanza Aguirre debe desconocer estas innegables aportaciones a la teoría política de D. Felipe del Baño y demás miembros del Comité y, por ello, el pasado 6 de febrero de 2013 se atrevió a postular la regeneración democrática del Partido Popular. Según los medios de comunicación la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, ha insistido este miércoles en que es necesaria una «regeneración democrática» y, aunque ha explicado que se puede contar con ella para llevarla a cabo, ha remarcado que no contempla volver a la primera línea de la política pese a que ésta es su «vida». (http://www.elmundo.es/elmundo/2013/02/06/madrid/1360149271.html) El 27 de julio de 2013, en una entrevista en la revista Yo Dona la Presidenta del PP del País Vasco, Arantza Quiroga, abogaba por una “regeneración política”. El Presidente Alberto Fabra, una vez más, el pasado 9 de junio apelaba a la regeneración y a la honorabilidad del partido (http://www.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2013/06/08/fabra-apela-regeneracion-honorabilidad-partido/1005217.html)

Y aún más, en la pasada Convención Regional del PPCV el Presidente Rajoy animó al Presidente Fabra  para que persistiera en sus políticas de ajuste del déficit público y, al mismo tiempo, “para que siga con la tarea de la regeneración interna del partido” (http://www.elconfidencial.com/espana/2013/06/08/rajoy-apoya-al-pp-de-fabra-y-le-anima-a-que-siga-con-la-regeneracion-del-partido-en-valencia-122644). ¿Qué quería decir con ello el Presidente Rajoy? ¿Estaba insinuando acaso que hay comportamientos antidemocráticos y corruptos generalizados en la totalidad del Partido? ¿A que no? ¿Cómo es posible que tan altos responsables del Partido promuevan y animen a la regeneración democrática del PP? ¿Acaso desconocen la doctrina “del Baño”? ¿No saben que sus palabras son inadmisibles en cualquier foro? Alguien debería avisarles que la ignorancia de tan sesuda doctrina no es eximente de su cumplimiento y que cualquier día de estos los van a empapelar. ¡Seguro!

Santiago de Munck Loyola

El PP expulsa a los afiliados alicantinos que piden honradez pero mantiene a Castedo.

Noticia aparecida hoy, 27 de julio de 2013, en el Diario El Mundo de Alicante. Me limito a reproducirla pero en los próximos días la iré analizando para tratar de explicar a los lectores lo que puede haber detrás. Hoy sólo adelantaré que coincide con la próxima convocatoria de elecciones internas y que se produce tras haber solicitado por segunda vez que rindan cuentas del dinero de la Junta Local de Alicante.