Trillo y el PP de Alicante otra vez en la picota.

08_Jose_Maia_Cano_Julieta_de_Micheo_Federico_Trillo

Definitivamente, empiezo a pensar que mi visión de lo que debe ser la dedicación política tiene muy poco que ver con las prácticas diarias de muchos de nuestros representantes políticos. Y no me estoy refiriendo a la larga lista de escándalos con la que diariamente se llenan los titulares de los medios de comunicación que pone de manifiesto el permanente asalto a las cajas públicas por políticos sin escrúpulos, escándalos que en los últimos días han vuelto a poner a la Comunidad Valenciana y al PPCV en la picota. No, me estoy refiriendo a la forma de entender la política como expresión de dedicación al servicio de los ciudadanos que son quienes pagan a los políticos.

Desde mi particular visión, uno se imagina que un diputado en el Congreso o un senador deberían residir en la circunscripción, en la Provincia, que los ha elegido y a la que representan. Uno se imagina que un parlamentario responsable y decente debería patearse su provincia, pueblo por pueblo, durante su mandato para conocer de primera mano los problemas que afectan a sus representados, para escucharlos y para poder transmitir mejor sus necesidades al Parlamento. Uno se imagina que un parlamentario debería reunirse periódicamente con los militantes de su partido para escucharles y para rendir cuentas ante ellos de su gestión en Madrid. Uno se imagina muchas formas de entender ese servicio al ciudadano, pero lamentablemente parece que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

Y una vez más el Partido Popular de Alicante vuelve a aparecer en los medios como un auténtico referente de falta de ética política y de prácticas aborrecibles. Hoy, sin ir más lejos, hemos sabido cómo el cabeza de lista del PP alicantino al Congreso de los Diputados, el murciano Federico Trillo, recibió 354.560 euros de una empresa constructora en casi tres años, entre 2005 y 2008, es decir, mientras se suponía que estaba trabajando intensamente por defender los derechos de los ciudadanos alicantinos, a través de su despacho de asesoría. Dejando al margen la legalidad de esta segunda actividad del diputado alicantino Trillo (ya se ocupa la solidaria clase política de apañarse compatibilidades a pesar del principio general contrario) y dejando al margen también las consideraciones éticas sobre la conveniencia de asesorar siendo diputado a una empresa constructora beneficiaria de contratos millonarios con las administraciones públicas, lo cierto es que esta bien remunerada actividad de Trillo y la actitud del PP alicantino, mudo como siempre, es indefendible y políticamente reprobable.

¡Manda huevos, Fede! Ahora podemos entender los ciudadanos de Alicante por qué no has “pegado un palo al agua” durante tantos años por esta Provincia en la que aterrizabas puntualmente como buen paraca solo en las citas electorales. Ahora comprendemos por qué no se te ha visto el pelo durante años por la inmensa mayoría de los pueblos a los que se supone estabas representando en Madrid y por lo que estabas cobrando tus retribuciones (privilegios incluidos) de parlamentario. Claro, estabas muy ocupado asesorando a la constructora que, por cierto, parece que pagaba más que el Congreso, y no tenías tiempo para los alicantinos quienes, al fin y al cabo, votan una lista cerrada y bloqueada por lo que tú o, si fuera el caso, la mona Chita tendríais asegurado el escaño. Y, no contento, con no hacer ni puñetero caso a los alicantinos, abandonaste tu escaño a principios de esta legislatura para irte a Londres, escaño que pasó a ocupar tu amiga Julieta de Micheo, a la que colocaste a dedo en la lista, y que, como tú, cobrar cobra por el escaño de Alicante, pero trabajar por la provincia nada de nada, porque te la llevaste también a la embajada de Londres. Y todo ello con el asentimiento y silencio cómplice del PP alicantino que, al igual que tú y tu amiga, pasa olímpicamente de los problemas y necesidades de los ciudadanos de esta provincia.

Decididamente, la política tiene que cambiar. Las instituciones no pueden estar al servicio de los partidos y de los amigotes, sino de los ciudadanos. Y los diputados, como los partidos, deberían rendir cuenta ante los electores. Otra forma de hacer política es posible y, además, es necesaria.

Santiago de Munck Loyola

http://santiagodemunck.blogspot.com.es

El cambio decente y responsable.

4 blancoHay caminos largos, duros y difíciles pero, en ocasiones, no queda más remedio que tomarlos cuando se es consciente de que son los únicos que conducen a un determinado destino. Una vez emprendidos, se puede llegar o no a la meta, pero lo que es seguro es que sin ponerse en marcha no se llega nunca. Los hombres y mujeres de Esperanza Ciudadana teníamos claro lo que queríamos, lo que queremos, una ciudad, Alicante, gobernada con transparencia, con limpieza, con eficacia, con criterios éticos impecables, con la vista puesta en la solución a los problemas de los vecinos, con diálogo y participación. Y teníamos claro que a la vista de las ofertas electorales existentes no nos quedaba más remedio que iniciar el camino, en compañía de vecinos con el mismo horizonte, encuadrados en Demòcrates per Alacant, y lo hemos hecho, nos hemos puesto en marcha a pesar de las inmensas dificultades que ello entraña.

Y las dificultades no son pocas y conviene que se sepa. Con toda claridad y transparencia. La primera, como cualquiera puede imaginarse, es la escasez de medios económicos, propia de dos pequeños partidos, que dificulta enormemente hacer llegar a los vecinos, a los votantes, no sólo nuestras propuestas de cambio para Alicante sino, incluso, nuestra propia existencia como alternativa. No nos financia nadie, nuestros recursos provienen de las aportaciones de afiliados y simpatizantes. No disponemos de otros medios que los que aportamos: trabajo desinteresado de los militantes y amigos, imaginación, ilusión y esfuerzo. Y lo hacemos gustosos porque nuestra meta es un nuevo Alicante, renovado, dinámico, vivo, pujante y acogedor. Nuestro esfuerzo representa todo lo contrario de lo que representa el hecho de que el Partido Popular y su candidata, Asunción Sánchez Zaplana, estén usando estos días los teléfonos del Ayuntamiento y demás recursos públicos para organizar sus mítines. Pídase, por ejemplo, la factura del teléfono del despacho de la concejala Otilia García-Pertusa (teléfono 63030329348116) para ratificar esta afirmación (a ver si la fiscalía anticorrupción se mueve). Una anécdota que retrata perfectamente un estilo de gobierno.

La segunda gran dificultad es el vacío informativo al que los medios de comunicación impresos alicantinos someten a nuestra coalición “Esperanza Ciudadana – Juntos por Alicante” y a nuestros comunicados. Un vacío o bloqueo que contrasta mucho con el eco que reciben otras formaciones políticas sin representación municipal y que carecen de vida política, trayectoria o infraestructura en nuestra ciudad. La información objetiva sobre la pluralidad política es esencial en un sistema democrático porque ayuda al ciudadano a conocer las distintas opciones que están a su alcance, a compararlas y, finalmente, a elegir votando a aquella que más y mejor represente sus aspiraciones. Sea por las razones que fuere tan solo algunos medios digitales están contribuyendo con sus informaciones a enriquecer la pluralidad democrática, a mejorar la calidad de la vida democrática de la sociedad alicantina y justo es reconocer ese talante abierto, plural y comprometido con los valores esenciales de la democracia.

Con todo, los hombres y mujeres de la coalición “Esperanza Ciudadana – Juntos por Alicante” vamos a continuar, a seguir el camino hacia la meta señalada. Vamos a seguir perseverando por conseguir limpiar el buen nombre del Ayuntamiento y de nuestra ciudad, por lograr un Ayuntamiento al servicio del vecino y no de los amigotes del PP, un Ayuntamiento transparente, cercano, eficiente, ágil, participativo, moderno y dinamizador de la vida económica, cultural y social de los alicantinos. Queremos un cambio decente y desde la responsabilidad, un Ayuntamiento ejemplar y austero, pero entendiendo que la austeridad debe ser aplicada de una vez a la clase política y no a los ciudadanos que bastante la hemos sufrido ya.

Santiago de Munck Loyola

http://santiagodemunck.blogspot.com.es